ZONAS DE LA PIEL según DIETMAR KRÄMER

En la terapia con flores, gracias a la existencia de zonas cutáneas sensibles a determinadas flores, tanto la realización de un diagnóstico correcto como la determinación del tratamiento eficaz se simplifican considerablemente.

Para las dolencias físicas, la flor que se debe elegir se deduce directamente de la localización de las dolencias en el cuerpo.

La aplicación externa en la zona afectada, en forma de compresas o fricciones, casi siempre resulta mucho más eficaz que la simple toma del elixir floral correspondiente.

Por lo general, esto acelera considerablemente el proceso de curación. A menudo, la mejoría sólo se produce tras el tratamiento local de la zona cutánea alterada.

En la práctica, se comprobó que en toda una serie de casos en los que se tomó fielmente la flor adecuada al lugar perturbado durante un largo periodo de tiempo (a veces incluso más de seis meses) sin que ello tuviera el menor impacto en los síntomas existentes.

Sin embargo, si se aplicaba la misma flor por vía tópica, el estado del paciente solía mejorar en poco tiempo.

Por regla general, los problemas de naturaleza puramente psicológica también se solucionan más rápidamente si no sólo se toman las flores, sino que además se tratan externamente las zonas de la piel asociadas a las flores principales, aunque no haya molestias físicas asociadas a estas zonas de la piel. Para ello, suelen ser suficientes las zonas situadas en el tronco.

Aquí -mucho antes de que se manifiesten los primeros síntomas físicos- se manifiestan cambios en el aura, que pueden diagnosticarse por medios sensitivos.

La razón por la que los Remedios Estelares / Remedios de Bach -especialmente para dolencias físicas- funcionan mucho más eficazmente cuando se aplican externamente en las zonas cutáneas pertinentes se comprende cuando nos damos cuenta de que los problemas psicológicos se tratan así exactamente donde se manifiestan físicamente.

Sólo cuando se corrige el patrón vibracional negativo en ese lugar, se resuelve también el desorden en el cuerpo material, siempre que no se haya producido todavía ningún daño irreparable.

En definitiva, se trata de zonas cutáneas arquetípicas. Todas las sustancias medicinales de materia fina que actúan sobre los conceptos arquetípicos, de sentimientos negativos, clasificados con precisión por primera vez por Edward Bach, tienen un efecto curativo cuando se aplican a estas zonas específicas de la piel, con total independencia de la naturaleza y las propiedades de las dolencias que allí existen.

Estas finas sustancias, como ya se ha mencionado, también incluyen ciertos aceites esenciales y piedras preciosas. Pueden aplicarse en estas zonas de la piel de la misma forma que los Remedios Estrella/Flores de Bach.

Acreditación y reconocimiento

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Características de la formación

  • Estructura clara de las clases
  • Explicación y orientación en clase
  • Explicación del método Dietmar Krämer
  • Dietmar Krämer como conferenciante*.
  • Nuevas terapias en la práctica
  • Aprender a hacer una anamnesis clara